Hay muchas razones por las que las empresas y organizaciones pueden necesitar traducir documentos legales. La traducción de documentos legales incluye contenido como contratos, propuestas corporativas o gubernamentales, transcripciones judiciales, acuerdos de confidencialidad, leyes, declaraciones de testigos, reglamentos, testamentos, certificados de nacimiento, depósitos bancarios, documentos de inmigración y documentos notariales, entre otros.
Traducir documentos legales puede parecer desalentador porque la precisión y la exactitud son primordiales. Y lo que está en juego es mucho: los errores o las malas traducciones en la traducción jurídica pueden tener enormes repercusiones financieras, jurídicas y de reputación. A continuación se presentan cinco puntos principales a tener en cuenta al enviar documentos legales para traducir.
1. Asegúrese de que los documentos legales originales tengan una estructura y organización claras
Los asuntos legales son complejos, pero los documentos legales bien escritos son todo lo contrario. En cambio, el lenguaje es claro y va al grano, y los documentos siguen una estructura lógica. Esto garantizará que todas las partes (las que hablan el idioma de origen, el traductor y las que hablan el idioma de destino) entiendan lo que dicen los documentos legales.
Algunas cosas específicas que se deben buscar dentro de los documentos legales incluyen oraciones cortas y simples y el uso de la voz activa. Además, los pronombres ambiguos, es decir, lugares donde no está claro a quién o a qué se refiere el pronombre, invitan a preguntas en la traducción legal.
Dicho esto, no siempre es posible revisar los documentos legales antes de enviarlos para su traducción. En esos casos, es importante revisar el texto de antemano para identificar dónde el texto de origen puede ser ambiguo y dónde sus traductores legales pueden necesitar aclaraciones adicionales para producir traducciones precisas.
2. Busque asesoramiento de expertos en traducción jurídica
La traducción de documentos legales requiere conocimientos específicos. La fluidez del traductor en los idiomas de origen y destino no es suficiente, e incluso las empresas con traductores internos a menudo descubren que necesitan contratar ayuda externa para las traducciones jurídicas. Los traductores jurídicos deben tener un profundo conocimiento no solo de la terminología y los conceptos jurídicos pertinentes, sino también de los sistemas jurídicos del público de origen y de destino.
Además de la experiencia de los traductores, las empresas que traducen documentos legales también pueden querer buscar el asesoramiento de abogados en la ubicación del público objetivo, e incluso pueden optar por que revisen el documento traducido. Ponerse en contacto con profesionales en la materia puede resultar invaluable, especialmente cuando se traducen testimonios de testigos, documentos relacionados con el gobierno, como certificados de nacimiento, y dominios especializados, como contratos y patentes.
3. Familiarízate con la terminología local
Es importante que alguien de tu equipo esté familiarizado con los sistemas legales, la terminología legal y las reglas de tu propio país con respecto al tema del documento que necesitas traducir. Eso incluye saber cuándo un término no debe traducirse o tal vez traducirse de una manera específica.
Mantener un glosario que defina los términos dentro de ese documento o dominio garantiza que todos los involucrados en la traducción de sus documentos legales estén en la misma página. Además, especialmente en el caso de proyectos de traducción jurídica de mayor envergadura o en curso, un glosario, junto con el uso de memorias de traducción, puede ayudar a mantener la coherencia entre los documentos y recursos traducidos.
4. Comprender cómo y dónde se utilizarán los documentos traducidos
Las empresas que envían documentos legales para su traducción deben comprender cómo y dónde utilizarán el contenido traducido una vez completado. Y lo que es igual de importante, deben asegurarse de que el proveedor de traducción también esté al tanto de esto.
Esta información contextual es esencial porque puede guiar las decisiones del flujo de trabajo de traducción y ayudarle a determinar qué flujo de trabajo equilibra mejor la calidad, el coste y la velocidad. Por ejemplo, algunos proyectos pueden ser adecuados para un flujo de trabajo de traducción automática y edición humana impulsado por IA, mientras que otros pueden beneficiarse de un flujo de trabajo de traducción solo humano.
También ayuda al traductor y a los revisores a adaptar la traducción adecuadamente. Un documento que se presentará ante un juez y se incorporará a un expediente judicial se leerá de manera diferente a un documento destinado a ser leído y comprendido por un profano o un profesional no jurídico.
5. Documentos traducidos por control de calidad
La traducción de documentos legales siempre debe hacerse con precisión y debe seguir el estilo de escritura particular del idioma de destino. El más mínimo error en la traducción jurídica puede dar lugar a un proceso legal complicado o inverso, lo que la hace diferente a cualquier otro tipo de trabajo de traducción.
Por lo tanto, las empresas deben buscar servicios de traducción jurídica con procesos sólidos de aseguramiento de la calidad. Las certificaciones ISO pueden proporcionar un punto de partida, ya que indican que el proveedor cuenta con procesos de control de calidad bien definidos. Pregunte también cómo mide su proveedor la calidad de la traducción y con qué frecuencia realiza revisiones internas.
Por último, sus traductores jurídicos deben tener acceso a las herramientas de traducción más recientes, incluidas las comprobaciones de control de calidad personalizables que confirman el cumplimiento del glosario, la coherencia terminológica y la coherencia de las etiquetas, para garantizar una traducción precisa del lenguaje jurídico y mantener la calidad durante todo el proceso de traducción.
6. Recurre a servicios de traducción jurídica
Muchos proveedores de soluciones de traducción ofrecen servicios especializados de traducción jurídica. Empresas como Smartling pueden ponerle en contacto con traductores jurídicos que estén familiarizados con los sistemas jurídicos y el lenguaje necesario para la traducción de documentos, desde contratos hasta transcripciones judiciales. No todos los servicios de traducción jurídica son iguales, por lo que es importante hacer las preguntas adecuadas para evaluar a sus proveedores antes de asociarse con ellos para la traducción jurídica.
Para obtener más información sobre cómo encontrar los servicios de traducción jurídica adecuados para sus necesidades, consulte nuestra Guía completa de servicios de traducción gratuita.