La gestión de la terminología es fundamental para todas las empresas, grandes o pequeñas, y en cualquier sector. Puede tener un impacto dramático e inmediato en sus resultados. Y ese impacto a menudo se siente aún más si su objetivo es expandir su huella multilingüe.
Aun así, sabemos que puede ser un desafío realizar la inversión inicial de tiempo y recursos requerida, especialmente si no está seguro de cómo dar esos primeros pasos.
En este seminario web, Uwe Muegge, jefe de terminología de Facebook, explica cómo empezar con la gestión de terminología. Analiza qué es la gestión de terminología y por qué es importante. Y comparte algunas de las mejores prácticas para crear un programa sólido de gestión de terminología.
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¿Qué es la gestión terminológica?
En un contexto empresarial, un término es una palabra o frase que es importante para su organización. La gestión terminológica es el proceso de proporcionar orientación sobre la elección de palabras a autores y traductores.
Como explica Muegge, él y su equipo ayudan a los creadores de contenido a lo largo de todo el ciclo de vida, desde los autores hasta los revisores, pasando por los traductores y los editores de traducción, a elegir las palabras adecuadas de manera eficiente.
Para lograr ese objetivo, es fundamental crear bases de datos terminológicas. Pero también implica la creación de convenciones y descripciones de nombres de productos, la redacción de guías de estilo y la configuración automática de terminología y verificadores de estilo. Por último, su equipo imparte formación sobre cómo aprovechar al máximo estos recursos a cualquier persona involucrada en la creación de contenidos.
Por qué es importante la gestión de terminología
La gestión de la terminología suele considerarse algo deseable o simplemente un desafío de traducción. Por lo tanto, es fácil dejarlo caer en la lista de prioridades. Sin embargo, la gestión de la terminología conlleva varios beneficios que tienen ramificaciones en toda la empresa.
Mejora la consistencia.
La creación de herramientas que guíen a los escritores y traductores en la elección adecuada de las palabras ayudará a garantizar que su terminología preferida se utilice en todas partes y por todos. Esto, a su vez, mejorará tanto la calidad de su producto como la experiencia de sus clientes.
Puede acelerar su tiempo de comercialización.
Los problemas de terminología crean fricciones, tanto en el proceso de creación como en el proceso de traducción. Eso significa que se tarda más de lo necesario en desarrollar el contenido en el idioma de origen, así como en los idiomas de destino, y eso puede tener un impacto significativo en su calendario de lanzamiento.
Te da una ventaja competitiva.
Para muchos, la traducción se considera una mercancía, un servicio que no difiere mucho de un proveedor a otro. Sin embargo, gestionar la terminología (y hacerlo bien) da como resultado tiempos de respuesta más rápidos, una mayor coherencia y una mayor calidad. Y eso te hará destacar y te dará una ventaja sobre tu competencia.
Permite el uso del lenguaje inclusivo.
Muchas empresas están priorizando el lenguaje inclusivo, tanto al interactuar con sus clientes como al comunicarse con sus empleados. La gestión de la traducción ayuda a los autores y traductores a adoptar rápidamente y utilizar de forma consistente un vocabulario respetuoso en todo el contenido.
Consejos para empezar con la gestión de terminología
Un programa de gestión de terminología integral para toda la empresa requiere una inversión sustancial de tiempo y recursos e, idealmente, la ayuda experta de un socio de confianza. Pero hay algunos pasos que puede tomar por su cuenta, incluso cuando el tiempo y los recursos son limitados.
1. Cómprate tiempo.
Una gestión adecuada de la terminología no solo beneficia a los esfuerzos de localización de una empresa. Esta es una razón más por la que los gerentes de localización que buscan crear un programa de gestión de terminología deben esforzarse por involucrarse en el ciclo de vida del documento antes, idealmente, en la etapa de planificación del contenido.
Esto también garantiza que tenga tiempo suficiente para compilar una base de datos terminológica completa y específica del proyecto, traducirla y obtener comentarios sobre esas traducciones antes de que comience la traducción de su contenido.
2. Usa lo que ya tienes.
Es probable que su empresa ya tenga algunos recursos terminológicos de los que puede extraer. Por ejemplo, es posible que los autores y editores individuales hayan compilado sus propios glosarios personales para usarlos cuando trabajen en su contenido. Y su departamento legal debe mantener una lista de todas sus marcas comerciales, que es importante incluir en cualquier base de datos terminológica de traducción.
3. Comparte lo que tienes con tus socios.
Una vez que encuentres o crees tu base de datos terminológica, guárdala y mantenla en una unidad compartida. Todas las partes interesadas relevantes dentro de su empresa y todos sus socios externos deben tener acceso a ella. Esto incluye autores, editores, desarrolladores de software y redactores de experiencia de usuario (UX), así como proveedores de traducción y localización.
4. Elija un lanzamiento menor para su primer proyecto de terminología.
Un lanzamiento de perfil más bajo puede mantener la presión y las apuestas bajas. Usted y todos los demás involucrados pueden tener más margen de maniobra y oportunidad para experimentar con herramientas y procesos.
5. Empieza por empezar.
Empieza poco a poco y ejecuta un proyecto piloto. Recopilar la mayor cantidad de información posible sobre el impacto positivo que tuvo la gestión terminológica. A continuación, comparta esa información ampliamente para crear un caso de negocio para una solución que abarque a toda la organización.
¿Quieres saber más sobre cómo empezar con la gestión de terminología? Vea la sesión completa.